Nueva vuelta de tuerca al típico tópico hollywoodiense de que un hombre y una mujer no pueden ser amigos cuando hay sexo de por medio. Por mucho que lo intenten. Con menos fortuna que Meg Ryan y Billy Crystal en la seminal Cuando Harry encontró a Sally, Dylan (Justin Timberlake) y Jamie (Mila Kunis) se afanan en Con derecho a roce en desafiar a las leyes de la atracción de las comedias románticas y osan encamarse con la pretensión de que después de la cohabitación seguirán siendo amigos y nada más que eso. Graso error. Al final ella acabará colgada, él se hará el difícil, ella se rebotará, él no entenderá nada pensando que las reglas del juego habían quedado claras y, al final, la sabiduría de los mayores, que no tienen otra cosa mejor que hacer que malmeter contando batallitas románticas que no llevan a ningún sitio, se impondrá y la pareja acabará fundida en un apasionado ósculo. (Más…) |