Un estudio de la Dirección General de Tráfico confirma la hipótesis elaborada en 1969 por el sargento de la Guardia Civil Facundo Romerales de que los automovilistas reducen, “un huevo” a decir del propio Romerales, la velocidad ante marcas en el pavimento que aventuran que un coche ha frenado, derrapado e incluso volcado. “Romerales predicó en el desierto hasta su jubilación en 1985 y en 2024 las cámaras le han dado la razón”, explica Pepa Lier, responsable de Investigación y Desarrollo de la DGT. “Toda la vida teniendo miedo de la niña de la curva y el terror estaba en las huellas de cuatro neumáticos hacia a la nada en una rasante infinita de Zamora”, sonríe Lier ante un mosaico de monitores.

Qué habrá pasado

Las noches de primavera de 2025 verán actividad en todas las autovías cuya seguridad esté en manos de la Guardia Civil de Tráfico. “Licenciados y licenciadas en Bellas Artes pintarán marcas de frenazos en más de setecientos puntos negros, con perdón, de toda la red viaria”, ha explicado el ministro del interior Fernando Grande Marlaska. Los proyectos ya han sido aprobados y los convenios firmados con las facultades de Bellas Artes. Tras barajar diversas propuestas se ha optado por un estilo sobrio de “derrape con trayectoria hacia arcén con leves restos de jaspeo por vidrio de parabrisas, una envejecida cinta de GUARDIA CIVIL NO PASAR y un guante de sanitario levemente ensangrentado negligentemente olvidado en un cardo”.

Para hacer creíbles las marcas a los lugareños, o eventuales conductores nocturnos, se desplegará un equipo móvil que simule un accidente tipo, ambulancias y coches patrullas incluidos, en el que un padre ha acudido a la discoteca de la zona a por cocaína para las fiestas del pueblo acompañado por sus hijos. Una de las causas más comunes de accidente.

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