Los principales fabricantes y proveedores de productos y servicios de telefonía móvil se han reunido en la localidad finlandesa de Espoo para debatir, evaluar y trazar un plan de acción que permita paliar la inminente crisis del sector. La normalización de la comunicación a gritos entre personas que hablan por teléfono, cuyo volumen ha ascendido 20 decibelios anuales desde que existen mediciones, podría provocar el fin del paradigma telefónico y convertir la tecnología desarrollada por Meucci y Graham Bell en algo desfasado, obsoleto e innecesario. Los encuentros que están teniendo lugar en la sede de Nokia, por razones históricas, habrían llegado a un punto muerto a pesar de contar con la colaboración de consultores externos independientes como el Colegio de Silbadores Gomeros y la Coordinadora de Clubes de Conversación de Patio Interior de Europa Sur.

Lo mismo no hay Mobile 2025

A pesar de las hipótesis iniciales de sociólogos, antropólogos, etólogos, otorrinolaringólogos y catedráticos de ética de la Universidad de Salamanca, no existe ningún factor demográfico que justifique la asentada costumbre de hablar a gritos por teléfono. “Al principio tratamos de acotar la muestra a vecinos de barrios cercanos a aeropuertos y autopistas. Después a habitantes de pueblos aislados. E incluso nos documentamos sobre posibles rebrotes de otitis crónica. Ninguna relación. La gente llama por teléfono a voces porque le sale de la gónada correspondiente”, explica Itxaso Notone, directora técnica de I+D de Samsug España.

La industria del sector teme que es cuestión de tiempo que los usuarios se den cuenta de que oyen a su interlocutor, que se encuentra a varios kilómetros de distancia, sin necesidad de usar el móvil, con lo que las ventas se podrían ver reducidas de manera drástica.

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