Txarriboda News 845 (07-05-2023)
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Carlos Boyero considera la huelga de guionistas, que ha llenado las calles de Nueva York y Los Ángeles de piquetes de escritores de cine y televisión protestando por sus actuales condiciones de trabajo, “un pastiche sin alma ni pulso narrativo, con un guión derivativo y previsible y una puesta en escena pobre y ramplona que evidencia falta de imaginación y de medios”. El crítico de El País cree que las demandas de los guionistas carecen de originalidad y, una vez más, dejan claro que las reivindicaciones laborales continúan sin zafarse del yugo de las secuelas y las franquicias. ¿Esta cosa es el futuro de las huelgas? “Me ha parecido insoportable. Y llevan así desde el martes. Si durara 20 minutos yo lo agradecería mucho. Vale que la primera parte era pretendidamente costumbrista, pero para cuando llega la acción yo acabo saturado”, abunda Boyero, que se despacha a gusto y considera que el arte consistente en sostener pancartas y gritar está gravemente enfermo desde hace demasiado tiempo. “Se supone que hay una imaginería visual impresionante, pero es que este tipo de cosas tienen que servir para que sientas algo y yo lo que siento es una profunda somnolencia”, ha continuado el periodista al que la carga reivindicativa le parece “facilona, una copia insulsa de lo más barato de Ken Loach, sin siquiera un ápice del candor bobalicón de lo peor de Capra”, a lo que añade la poca brillantez de un villano “sin carisma, demasiado obvio, lleno de guiños absurdos a clichés que ya aburren”. El colaborador de la cadena SER concluye que la huelga de guionistas es “un bodrio psicologista, demencial, inentendible y dormitivo, sólo apto para masoquistas”, y recomienda revisar la huelga de 2007 “que es la buena”. © elkarma.eus |
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