La Secretaría General de las Naciones Unidas ha hecho un llamamiento a los dirigentes de Ucrania y Rusia, y por extensión a todos los líderes mundiales, para que se acaben de una vez las “matanzas sin sentido”, las “masacres absurdas” y las “guerras innecesarias” que, en palabras de António Guterres, “son la mayor lacra de la humanidad y nos avergüenzan como especie”. La ONU propone que los conflictos se diriman de manera más racional, de modo que las matanzas tengan un sentido, las masacres sean más sensatas y las guerras sieguen cosechas de vidas humanas cuando hagan falta pero siempre apelando a la fraternidad entre los pueblos.

Espíritu humanista

Todos los organismos internacionales, ONGs y gobiernos del mundo han mostrado su apoyo al llamamiento de la ONU por unos derramamientos masivos de sangre más coherentes, lógicos y razonables, tanto entre efectivos militares como entre la población civil, cuyo papel sería más participativo y estaría menos sujeto a decisiones aleatorias poco meditadas. “Los convenios de Ginebra de 1906, 1929 y 1949 fueron un comienzo, sí. Está bien que las guerras tengan un libro de instrucciones sobre lo que se puede matar y lo que no se puede matar, cuánto, cuándo, dónde y esas cosas. Porque meterse en una dinámica de muerte y destrucción sin reglas es de gente maleducada. Pero una vez que las mecánicas de juego están decididas también es importante que se aniquile con sensibilidad y discernimiento”, explica Amina J. Mohammed, vicesecretaria general de las Naciones Unidas.

La ONU pretende de esta manera poner fin a las matanzas indiscriminadas y que los estados limen sus diferencias exclusivamente a través de genocidios selectivos, cuando sean justificados.

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