La homologación de la práctica sexual como deporte en Suecia y la celebración de la primera competición oficial en Gotemburgo, con hasta 20 participantes de distintos países, abre las puertas a que la masturbación sustituya al running como nuevo deporte que los ciudadanos practiquen en la vía pública para mantenerse en forma. La cadena Decathlon ha aplaudido que se amplíe el abanico de prácticas deportivas y asegura que sus establecimientos estarán surtidos de todo tipo de equipaciones, desde muñequeras antiesguince hasta protectores de colágeno para evitar abrasiones en las yemas de los dedos.

Individual y por equipos

Aunque aún no se ha registrado ninguna federación de sexo en el Estado, poco a poco van apareciendo agrupaciones deportivas de aficionados. “Llevo años intentando coger rutina a lo del running. Dicen que si lo practicas 21 días seguidos se convierte en hábito, pero es superior a mí. Sin embargo lo de masturbarse me está resultando mucho más llevadero. Se acelera el pulso cardiaco, se despejan las vías respiratorias, se tonifican los músculos del antebrazo y las endorfinas que segrega el cuerpo con la actividad física hacen que esté de mejor humor. Antes me ponía el chándal pero bajaba al bar de la esquina de la misma. Ahora por fin le puedo decir a mi mujer “me voy a correr” sin mentirla”, explica Anselmo Orcillona, early adopter del onanismo gimnástico.

Responsables de polideportivos, no obstante, han pedido a sus usuarios que si alquilan pistas de futbito se ciñan a practicar en ellas la actividad para la que están destinadas, “que el otro día nos encontramos un grupo de cuarentones sentados en círculo alrededor de una galleta y fue muy desagradable”.

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