Los relojes inteligentes para niños de entre 3 y 11 años, que cada vez más padres regalan a sus hijos como opción previa a los teléfonos móviles, y que disponen de GPS y control de llamadas, incorporarán nuevas funcionalidades para facilitar el control parental y la supervisión de las actividades de los más pequeños de la casa. Marcas líderes en dispositivos digitales seguros como SaveFamily, SoyMomo o Xplora ya han incluido la opción de poder dar descargas eléctricas al smartwatch desde un celular de la familia al que esté vinculado cuando el niño se porte mal o se esté alejando demasiado del área considerada segura por sus padres.

Orden y progreso

El sistema de descargas se añade a funciones clásicas como la detección de cyberbullying, las cámaras de monitorización 24 horas o las apps de control de horarios, si bien las nuevas baterías de silicio y carbono permiten que estos relojes inteligentes mantengan una autonomía de varias horas por muchos electroshocks que haya recibido el niño. Las empresas comercializadoras han asegurado que el voltaje de la descarga nunca será superior a los 13.000 voltios e insisten en que son las familias las responsables de asegurarse de que el niño no sufre de cardiopatías ni enfermedades coronarias congénitas antes de adquirir un smartwatch infantil, por mera precaución.

“Antes bastaba con gritar al niño cuando se alejaba de la toalla en la playa, o calzarle un sopapo si insistía en meterse en lo hondo de la piscina. Pero los tiempos cambian y mientras algunas prácticas parentales son consideradas ilegales otras aún se mantienen en la alegalidad”, explica un comercial de Xiaomi Kids que considera que estamos ante el producto estrella de este verano.

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