La estrella del pop, Madonna, ha descubierto estupefacta tras consultar su vida laboral en la Seguridad Social que no puede jubilarse a los 65 años, cumplidos el pasado 16 de agosto, cobrando el 100% porque no ha cotizado lo suficiente en autónomos. Según ha informado su agente, la artista internacional, quien celebró su cumpleaños por todo lo alto en Lisboa junto a dos de sus hijos con la intención de retirarse, e incluso llegó a subirse a la mesa del restaurante de la Alfama en que cenaba con una servilleta atada a la cabeza y gritando “que os den por culo a todos, se va a subir ahora a un escenario a mover el culo vuestra puta madre…” (aunque en inglés), deberá seguir trabajando al menos hasta los 66 y dos meses si no quiere retirarse con una pensión “de mierda”.

Harta de vivir como una noria

La actriz y cantante se encuentra profundamente abatida porque considera que no está ya como para andar haciendo el ridículo bajo los focos cual quinceañera delante de millones de personas. “Que Cher no tenga sentido del ridículo y viva fuera de la realidad, me la suda. A mí lo que me pide el cuerpo es sofá y sudokus”, explica Madonna Louise Ciccone, a punto de entrar en una clase de punto de cruz. La asesora de la intérprete de Like a Virgen, Express Yourself o Take a Bow se encontraría revisando las horas trabajadas en el Dunking Donuts de Nueva York durante 1978 “para rascar algo del Régimen General, aunque sea” pero, como ya sospechaba, “no llega”.

A pesar del agotamiento físico y mental, Madonna prefiere no pensar en Ian Curtis ni en Kurt Cobain, y mucho menos en Whitney Houston, Michael Jackson o Prince, aunque confiesa que a veces va por la calle y echa de menos un Mark David Chapman.

© elkarma.eus