El Sacro Colegio Cardenalicio del Vaticano ha calificado el nuevo monólogo de Dios como “flojísimo” y lo considera muy inferior a otras rutinas de standup del Padre Creador. La Curia Romana teme que, aunque pueda parecer impensable en un profesional del humor que ha cautivado a generaciones, el Altísimo ha perdido su Gracia. El nuevo show de Dios, que había generado grandes expectativas y no poca controversia al tratarse de su primer espectáculo en solitario después de la reciente disolución del trío cómico que formaba junto al Espíritu Santo y su hijo Jesús, ha supuesto una gran decepción para los fans.

No tan omnipotente

A pesar de las malas críticas del nuevo monólogo, seguidores incondicionales del Todopoderoso han querido achacar el “poco inspirado” número a que el contexto social actual se lo pone muy difícil a la comedia y la dictadura de lo políticamente correcto ha obligado al Señor a prescindir de grandes hits de su repertorio. “Sabíamos que sus grandes números ya no iban a volver. La genialidad de Deuteronomio o de Levítico, sus obras magnas, es insuperable y su nuevo espectáculo, por llamarlo de alguna manera, no les llega ni a la suela de la sandalia. Los chistes sobre cercenar los testículos de los enemigos o lapidar a la mujer adúltera brillan por su ausencia. Inspiración cero. Delivery poco convincente. Muy mal. Hemos perdido la Gracia de Dios”, ha comentado Kevin Farell, Camarlengo de la Iglesia Católica.

El circuito de standup se encuentra ahora a la espera del estreno en Netflix del nuevo show de Jesucristo. “A ver con qué nos viene. Es cierto que el humor absurdo es más agradecido, pero esperemos que no siga estancado en lo de los panes y los peces”, apunta el Papa Francisco.

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