noviembre 4, 2024

Cómic: Largo Winch

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r228_videojuegosLARGO WINCH
Philippe Francq / Jean Van Hamme
Norma Editorial

Antes de que a los tebeos se les llamara novelas gráficas y señores cuarentones se regalasen volúmenes en tapa dura por su cumpleaños, el público objetivo de los cómics era mayoritariamente el infantil y juvenil. De ahí la preocupación de los padres por que el noveno arte reprodujera en su páginas comportamientos perjudiciales para la moldeable mente del infante. Héroes bohemios, perdedores recalcitrantes y defensores de las causas perdidas como Corto Maltés o Astérix no hacían más que cuestionar el orden establecido y deformaban la percepción de los niños, haciéndoles creer que la justicia social era una meta loable. Afortunadamente, también aparecieron héroes como Dios manda. Millonarios que perpetuaban la plutocracia, como Bruce Wayne (Batman) o Tony Stark (Iron Man). Tal vez por eso, el guionista Jean Van Hamme y el dibujante Philippe Francq, belgas de pro, crearon en 1990 al personaje de comic Largo Winch, a partir de las novelas escritas por el primero en los 70.

Largo es un huérfano yugoslavo adoptado, cosas de la meritocracia, por Nero Winch, el dueño de la corporación Grupo W y al que hace heredero universal. El muchacho, un cruce entre Dylan Dog, Álvaro Muñoz Escassi y Pocholo Martínez Bordiú, recorre el mundo de peripecia en peripecia, indolente y crápula, hasta que la extraña muerte de su protector hace que sus próximas aventuras vayan dirigidas a vengar la muerte de Nero y asegurar que no le dejen sin su parte del chiringuito millonario. Para amantes del cómic europeo a los que les dan alergia los perroflautas.

© elkarma.eus

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