Debajo de la Palmera: Música de calesita
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Una de las cosas que lamento es que el Departamento de Cultura del Gobierno Vasco y de todas las instituciones no hagan un pequeño esfuerzo, el del chocolate del loro, para reeditar todas aquellas publicaciones, libros, ensayos y artículos que escritores vascos tuvieron, tras escribirlos y precariamente publicarlos, que echar al mar en los cuarenta años que duró el exilio al ir ellos quedando en el camino. No conocemos su obra que es muy valiosa. Uno de ellos fue el algorteño José Olivares Larrondo “Tellagorri” que se jactaba por encima de todo de ser algorteño, no de Bilbao. Fue director de Tierra Vasca en tiempos de la República y de Tierra Vasca en el exilio pero editada en Buenos Aires. Era un tipo silencioso, irónico, metódico, humorista y escribía muy bien. A mí me encanta. Decía que si alguna vez Euskadi fuera independiente y hubiera que enviar un embajador al Vaticano éste debía ser gipuzkoano porque el posible bizkaino llegaría a la sala de audiencias, le daría un golpetazo en el hombro a Su Santidad y le diría “¿Qué tal estás Padre Santo?” para pasmo de los cardenales y obispos allí presentes. Y sin embargo el gipuzkoano, suavemente, le diría silabeando “Zer moduz Aita Shantua?” y reverencialmente le besaría el anillo episcopal. (Más…) |