febrero 23, 2016

Butaca de Gallinero: Desolación

columna_raguirre_cabecera_gr

Tras el veredicto de los Globos de Oro uno llega a la conclusión de que esto ya no es lo que era. Será la edad, pero es que el panorama se me antoja un tanto desolador. No deja de ser frustrante que la mejor película del año, parece que por consenso aunque el jurado de los Globos no ha opinado lo mismo, sea una película de tortas, persecuciones, disparos y menos diálogo que un debate entre Ylenia y Makoke. Y no deja de ser más significativo que su director (hablamos de Mad Max por si algún lector sigue en babia), George Miller, pertenezca a la vieja escuela, con 70 tacos cumplidos.
(Más…)

enero 7, 2016

Butaca de Gallinero: Los viejos

columna_raguirre_cabecera_gr

Pareciera que el cine vive con cierto desasosiego su propia decrepitud. No en vano, son ya 120 años y aunque se conserva bien para su edad, se van notando los remaches, y las cicatrices, y el botox que todo lo estira pero deja esa estela de artificialidad irredenta. Será por eso que, frente a los jóvenes, vigorosos, espléndidas, rabiosos, dinámicas, que corren y saltan delante de la pantalla, conduciendo coches a toda velocidad o comandando falanges de velocirraptores, los viejos no se van. Y digo viejos y no tanto viejas. Y como testimonio de esa senilidad cinematográfica, asediada, una vez más, por una televisión que cada vez seduce más con su contagiosa idiosincrasia episódica y por internet, de consumo rápido, a menudo irreflexivo, los viejos van copando la pantalla, otrora reflejo de la madurez y la mediana edad. Porque antes los viejos y las viejas aparecían como figuras ridículas, atormentadas y fuera de lugar, como Emil Jannings en El último o Gloria Swanson en El crepúsculo de los dioses. Y los jóvenes cantaban en la playa en las películas de los Monkees. (Más…)

noviembre 27, 2015

Butaca de Gallinero: Todos los públicos

columna_raguirre_cabecera_gr

Me acuerdo de un artículo leído hace algunos meses en el que los ejecutivos de RTVE confirmaban una segunda temporada de El Ministerio del Tiempo. Solo que esta segunda temporada, prometían, sería más «asequible». Más «para todos los públicos». ¿Qué sentido tiene que al espectador medio le cuenten una Historia nueva que no le suena? ¿Dónde está la gracia en explorar acontecimientos históricos que van a dejar al televidente con el culo torcido? ¿Cuál es el propósito de no seguir abundando en los mismos clichés? ¿Por qué alguien querría presenciar la revuelta de los Comuneros cuando puede recrearse por quincuagésima vez en lo mucho que montaban Isabel y Fernando? Cosa que tendría su gracia si la hubiera filmado Mario Salieri. Mejor dejarse de experimentos y ceñirse a lo que está testado a fuerza de repetición hasta la nausea. Que de lo nuevo a lo raro solo hay un paso.

(Más…)

« Página anterior