marzo 20, 2019

Gora Euskadi: Vuelve Dickens

Ala hora de afrontar cualquier trabajo periodístico, es muy importante saber generar atmósferas. No hace falta ser un apóstol de Tom Wolfe, ni sacrificar un gallo negro en ofrenda a Hunter S. Thompson todas las mañanas, ni persignarse tres veces ante una foto de Kapuściński antes de salir de casa, para darse cuenta de lo importante que es generar imágenes que se graben a fuego en la retina del lector. De recrear ante el usuario del periódico un mundo, perfectamente contextualizado, que apele a su empatía y, si una cosa lleva a la otra, a su vocación suscriptora. Recrear ambientes es fundamental. Es lo que separa la noticia del teletipo. La crónica, del anuncio por palabras. El reportaje, de la página de las esquelas. (Más…)

febrero 14, 2019

Gora Euskadi: En la granja de McLuhan (ia ia o)

Una de las enseñanzas más útiles que aprende cualquier estudiante de periodismo es la célebre frase del filósofo canadiense Herbert Marshall McLuhan. Y digo útil porque te salva cualquier conversación. Sueltas en una cena familiar, en una comida de empresa o en una parrillada aquello de «el medio es el mensaje» y quedas como dios. Aunque no venga a cuento ni lo entiendan muy bien. Mucho mejor que Marwan, dónde va a parar. Nadie pensaría que te has pasado media carrera jugando al mus en la cafetería. (Más…)

diciembre 24, 2018

Gora Euskadi: Gora nosotros

El público objetivo de la prensa es inabarcable. Más allá de las características sociopolíticas que definen al lector de esta o aquella cabecera, existen factores aglutinantes que engloban a los consumidores de un periódico. El primero es saber leer, por lo menos a nivel de usuario, aunque las fotos de accidentes, redadas, edificios reventados por obuses o celebrities posando sonrientes durante un ágape benéfico ayudan a suplir carencias alfabetizadoras. El segundo factor, y tal vez el más importante, es la generación de una conciencia de grupo. El lector debe sentirse parte de una comunidad que, si bien no se da codazos cómplices ni se reconoce con un saludo secreto cada vez que ve a otro semejante hojeando el mismo diario, sí comparte una afinidad geográfica, social y/o cultural. (Más…)

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