Pobre Iñaki. Pobre Cristina. En el juzgado Nº 3 de Palma de Mallorca se les presiona hasta la extenuación, casi hasta la tortura, para que recuerden qué fue de su existencia en aquellos años de vino y telefónicas, hace más de dos lustros. Facturas, emails, justificantes de compra, tarjetas con PIN, sin PIN, chalets, palacetes, garajes, servicio doméstico, escoltas, firmas, notarios… Para acordarse de todo eso tendrían que ser muy listos. Y no parece el caso. Se han dejado pillar como conejos. Si los que están tan cerca de los que mandan se dejan coger así, menudo país de incompetentes. Casi tanto como esos que siguen jugando una partida de casino pueblerino en el Congreso de los Diputados.

En el Reino de España, más de 9 millones de perceptores de pensiones contributivas, casi medio millón de pensionistas no contributivos, 250.000 trabajadores que perciben el salario mínimo, más de 600.000 ciudadanos que perciben rentas mínimas, más de dos millones de parados que cobran la prestación por desempleo y otros tantos que no ven un euro, miran atónitos a Palma y a Madrid. Cambian de canal, tal vez con la esperanza de que alguien, Pablo Iglesias quizá, les aclare cómo, ante semejante panorama, se puede estar “orgulloso de ser español”. Oé, oé, oé.

Julio Albitre Polo, director de EL KARMA.

No pene más por ser un freakie sin pareja, más obsesionado por el coleccionismo de memorabilia y figuras de plástico que por disfrutar de los goces carnales. Deje de sentir frustración ante lo innecesario de renovar su vestuario de invierno si no tiene a nadie a su lado con quien lucir su nuevo modelo y despertar en esa persona la lujuria que generan la elegancia y el dispendio monetario en prendas de vestir. Gracias a la gama Freakie Coat 3000 usted podrá vestir como sus héroes favoritos mientras capea los rigores invernales, por el puro placer de dar la nota y sentirse diferente en un mundo de inmaduros emocionales. Confeccionados en fibra sintética, ningún animal ni asistente asiduo a convención de cómic ha sufrido para la elaboración de estas prendas. Disponibles los modelos Chewbacca, Bigfoot y Leatherface.

Precio: 55.992 euros

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Desde tiempos inmemoriales, el ser humano se las ha visto y se las ha deseado para quitar las manchas de estofado de mamut de la estola de oso de los domingos. Sin embargo, hasta el año 2.800 a.C., no se aparecería el jabón. Según antropólogos e historiadores, el inventó lo descubrieron unos esclavos domésticos babilónicos que, hartos del trato recibido por sus amos cuando les tocaba limpiar la cocina después de las orgías con comilona, pasaron de barrer y se dedicaron a lanzar cubos de agua sobre la mesa con restos de cordero lechal, así, a cholón y a mala idea, sin quitar el mantel ni nada. El agua mezclada con la grasa del cordero disolvía las manchas que daba gusto. Sus amos les felicitaron por el hallazgo y después colgaron sus cabezas en picas por su acto de insubordinación y poco celo profesional. Pero de buen rollo. (Más…)