No resulta fácil abrir cada vez este texto con una nueva cualidad del periodismo. Parecía buena idea al principio, pero ha resultado ser un jardín del que resulta difícil salir, pues la santidad de la prensa es finita. Pero justo cuando estaba a punto de tirar la toalla y rendirme ante la sequía de nuevos apologismos, han querido las musas recordarme una de las más grandes virtudes que debe cumplir la actividad periodística. Los medios deben ser valientes. Tienen que tener el coraje de expresar lo que muchos piensan pero pocos se atreven a decir. Es menester que ejerzan de esa voz sumergida en lo más profundo de la conciencia, cual Jesús Calleja en una mazmorra del Banco Santander, que nos susurra lo que nos conviene. Aunque a veces duela. Es exactamente como procede Vocento, a través de su cabecera El Correo, cuando el sábado 4 de enero tiene a bien anunciarnos, a página completa, que «El envejecimiento dispara las listas de espera en traumatología, dermatología y oftalmología». Para completar la información epiloga el suelto de cierre con el título «Vivimos más años y con mejor calidad y eso se traduce en una mayor presión asistencial». La conclusión es evidente. Vivimos demasiados años y eso, a la larga, va a acabar repercutiendo negativamente en nuestra salud. (Más…)
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