| Cuando el río suena, agua lleva. Las prisas de últimos de abril por penalizar el uso de los smartphones para convocar movilizaciones, con los dardos dirigidos hacia iniciativas como Rodea el Congreso, avanzaban ya próximos y ruidosos acontecimientos. Dos semanas después, tras las chanzas populares por la muerte de la presidenta de la Diputación de León a manos, presuntamente, de una mujer despechada, se producían inmediatos arrestos que desplazaron a las Fuerzas de Seguridad hasta la remota Tavernes de la Valldigna para sofocar la intolerable apología del politicidio. Y en otra quincena más (después de las europeas y antes del Mundial) nos revelaban la buena nueva: Juan Carlos I hacía oficialmente las maletas, confiando en que el río revuelto por su espantada se normalice para las siguientes elecciones de marzo. (Más…) |
