1.- Unos amigos te invitan a cenar a su casa pero, aunque no tienes plan, no te apetece ir. ¿Qué les dices?
a.- Que para comer pizza de microondas y aguantar a los energúmenos de sus hijos, prefiero quedarme casa, que ahí nadie me dice nada cuando me rasco la ingle entre porciones.
b.- Que vale, que de acuerdo, que ningún problema. Total, para estar todo el rato mirando el móvil y lamentándome por haber echado a perder mi vida, por lo menos ceno de gorra.
c.- Que nada me haría más feliz que cenar con ellos pero que mis padres están muy enfermos y debo cuidar de ellos. Excepto si son amigos de la época en el orfanato.
2.- Tu pareja encuentra en tu móvil los whatsapps que te envía tu amante y te pide, con gran enfado, una explicación. Tú…
a.- Yo le digo que no me extraña el enfado porque el estilo narrativo está poco trabajado y las metáforas sobre el coito son muy manidas. Pero que mi amante apenas sabe leer y yo no le doy tanta importancia a esas cosas.
b.- Yo le confieso la verdad. Que me los envío yo desde otro terminal para generar la ilusión de que todavía le importo a alguien. Bueno, en realidad tampoco tengo pareja. La bronca me la monto mirándome al espejo con una peluca puesta.
c.- Yo le informo de que participo como voluntario en un estudio sociológico sobre paranoia y celos en el seno de la pareja. Inmediatamente después le pido a mi amante que a partir de ahora sólo me envíe emails. (Más…) |