Flims: Hansel y Gretel
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 Si después de Caperucita Roja ¿A quién tienes miedo? y Blancanieves y la leyenda del cazador creíamos que lo habíamos visto todo, llega Hansel y Gretel: Cazadores de brujas para demostrar que en esto de la post-modernidad hiperbólica, así como en el caso Urdangarin, siempre hay un más difícil todavía. Tommy Wirkola, el director del engendro, decidido a convertir en astillas cualquier recuerdo amable que nos pudiera quedar de los cuentos de nuestra infancia, convierte a Hansel y Gretel en dos cazadores de brujas a sueldo, con estrés postraumático tras lo acontecido en la casa de jengibre durante su infancia. Además, para rizar el rizo, Hansel, obligado en su día por la bruja a deglutir toneladas de dulce para ponerse gordo y lustroso, es diabético y debe chutarse insulina diariamente.(Más…) |
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Oliver Stone es un cineasta de los pies a la cabeza. Y uno coherente. Uno de esos que sabe moverse entre dos aguas y seguir siendo (supuestamente) fiel a sí mismo. Es decir, que el bueno de Oliver compagina sus producciones mainstream (más o menos), que mantienen contenta a la major de Hollywood de turno (no tanto al público, cosechando recaudaciones en taquilla decentes pero no espectaculares), con sus películas más comprometidas, que son las que le ponen contento. Así, en un lado quedarían 
Si viviésemos en una época en la que aún funcionasen los tribunales de la Inquisición (y no me refiero a la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe, sino a los que torturaban herejes y quemaban brujas), Steven Spielberg sería juzgado por el Santo Oficio por emplear hechicería y magia negra. Y es que, más que caracterizar a Daniel Day-Lewis para que interpretase al decimosexto presidente de los EE.UU., el director parece que haya desenterrado un cuerpo embalsamado de 
