julio 11, 2020

Campus Kanpo: Palabras de aliento

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Hace poco ha sido mi cumpleaños. Un cumpleaños atípico entre mascarillas y distancias de seguridad. Un cumpleaños sin tirones de orejas y menos mal porque creo que 34 ya empezarían a doler bastante. Y sí, ese bastante es un eufemismo de lo vieja que me estoy haciendo.

Nunca he sido muy de abrazos y besos y, además, odio que me toquen. Sí, soy un encanto de mujer. Pero no me comporto así por pensar en enfermedades, nunca he sido escrupulosa y siempre he compartido platos de comida y bebida. Soy de esas personas que miraba raro a quien se ponía mascarilla por la calle. Y es que tonta de mí, creía que tenía que ver más con temas de contaminación que con contagios. Sin embargo, ya lo entiendo. Nadie lo entendía, pero ahora ya lo comprendemos todos. (Más…)

julio 10, 2020

Deformatika: Zeozer ikasi dugu pandemia eta berrogeialditik? (II)

r214_deformatikaBaina ez pentsa deprimiturik gaudela, umorea izan da ardatz azken hilatetetan, eta ez bakarrik honetan betidanik egon garenok, beste adibide interesgarri batzuk sortu dira egun hauetan:

Oasiko Kronikak, Argiak matxan jarri duen podcast interesgarria eta, bai, umoretsua: https://labur.eus/oPPeg Adibide bat bestirik ez dizuet jarriko: Arantza Tapia eta Leturia. Mundialak txo!!!

Kontu ezkorrekin bakarrik ez gara geratuko. Egoera “berri” honetan oso ekimen interesgarriak sortu dira gure inguruetan, arrizku-kolektiboekin elkartasun eta lagntza taldeak, ondokoa zainduz, gertutasunari garrantzia ematen, lokalari, eskuz egindakoari, txikiari, ekologikoari. Hemen dituzue adibide batzuk, Santurtziko https://halabazan.eu/ eta https://metikamano.wordpress.com/ bi ekimen ezberdinak baina amankomunean asko daukatenak, txikiak, gertukoak… (Más…)

julio 8, 2020

Gora Euskadi: Objetivos discretos

Ya he repetido en varias ocasiones que la pretensión más noble a la que pueden aspirar los medios de comunicación, especialmente la prensa, es la objetividad. Es decir, ese principio que exige actuar atendiendo a criterios relacionados con el objeto sometido a consideración y nunca con los sujetos interesados ni con el sentir personal de quien actúa. Aunque no sea por falta de ganas. En resumen, haga sol o truene, chapoteemos en un estanque de prosperidad o nos ahoguemos en un pantano de calamidad económica, gocemos de buena salud o vivamos amenazados por el jinete de la Peste, rezonguemos felices o suframos el exterminio sistemático por parte de una raza extraterrestre, un periódico sólo puede regirse por la imparcialidad y el rigor. Cosa diferente sería que una organización fascista, durante una contienda bélica, por poner un ejemplo, tomase la redacción de tu periódico. Pero no nos pongamos en lo peor que eso no pasa casi nunca.

La cuestión es que la objetividad exige un compromiso que no siempre es sencillo de cumplir. Porque la vida tiende a estar llena de conflictos y contenciosos, y estos tienen la mala costumbre de implicar a varias partes que, ironías de la vida, no necesariamente están de acuerdo. Y claro, el periódico debe informar de los hechos sin tomar partido, porque no se puede tener contentas a las dos partes. Aunque tampoco es plan de desairar a nadie. Es entonces cuando se hacen necesarios la elegancia y el buen hacer periodístico, como el que exhibe el titular de la web de El Correo del 14 de junio: «Preservar la salud de trabajadores y clientes dispara los costes de las empresas vascas».

La cabecera de Vocento, en un contexto de debacle económico-sanitaria (que es como decir erótico-festiva, pero en plan mal), tiene sobre la mesa, por una parte el tejido empresarial, que, por utilizar léxico financiero, las está pasando putas. Por otra, a la masa trabajadora y consumidora, que, por acudir a referentes de la antropología social, las está pasando reputas. (Más…)

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