Juego de niños: Paisaje de verano
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| Aprendí a nadar en el río Aragón, con seis o siete años, junto a la antigua carretera de Pamplona hacia Jaca, bajo el puente que inicia la A-1601. A través de Google Maps puedo ver los bloques de hormigón desde los que me lanzaba al agua cuando gané suficiente confianza. Los veo desde el puente en la pantalla del ordenador. Puedo recorrerlo de manera virtual. Cambio la perspectiva para observar aquellas enormes piedras. De niña me parecía que hubieran estado allí desde el principio de los tiempos. Tenían para mí una cualidad casi geológica. Y según Google Maps allí siguen igual, semihundidas entre el cauce y el bosque de ribera. Restos abandonados de la construcción del puente, mimetizados en el paisaje y en mi memoria con el lecho del río. | |


 Mi marido y yo siempre nos hemos considerado una pareja progresista y curiosa porque nos gustaba jugar con comida durante el sexo, como en la película 9 semanas y media. Con la subida de la inflación dejamos de comprar comida con fines eróticos y desde ese momento hemos dejado de tener sexo. ¿Va a resultar que lo que realmente nos gustaba era comer y no follar?
Mi marido y yo siempre nos hemos considerado una pareja progresista y curiosa porque nos gustaba jugar con comida durante el sexo, como en la película 9 semanas y media. Con la subida de la inflación dejamos de comprar comida con fines eróticos y desde ese momento hemos dejado de tener sexo. ¿Va a resultar que lo que realmente nos gustaba era comer y no follar?

 




