enero 15, 2025

Puños fuera: Atavismos

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El invento del folklore es tan viejo como el del Estado-nación, o su reverso el nacionalismo. La palabrita comparte su raíz germana con el emblemático volkswagen, el “coche del pueblo” por excelencia desde su fundación en el Tercer Reich hasta su actual planta navarra de Landaben. Nuestro ancestral folklore nace así con la floreciente industria del turismo de fines del XIX, que requería exotismo para fluir las élites desde los balnearios de Biarritz hacia San Sebastián. Así nacieron las competiciones de traineras en La Concha, como antes las demostraciones de pelota en frontones, que consagraban estas neonatas exhibiciones para disfrute de ricos, en deportes populares con tradición milenaria. (Más…)

enero 12, 2025

Devora y escupe: En qué estrella estará

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El día del encendido de luces de Navidad, a las 7 de la tarde, un taxi me cobró 15 euros por no llevarme a la puerta de mi casa porque las calles de la ciudad estaban cortadas. El taxista obvió cambiar el recorrido para cobrarme más dinero y a mí se me había olvidado que estas fiestas comenzaban tan pronto. Era cinco de diciembre.

Ahora, desde mi salón, todas las noches se refleja una estrella cutre plantada en el aparcamiento interior de los bloques de mi barrio. Aunque no seas fanático de la navidad, te obligan a serlo, te inyectan la luz en los ojos. El parpadeo de la estrellita se hace largo los días de viento. Es inevitable despertar en un éxtasis lumínico impuesto.

También es inevitable no ver las listas compartidas de artistas más escuchados anualmente en Spotify wrapped. Las fotos de los arbolitos de plástico cuqui bien decorados mientras al lado hay plantas vivas que están secas. Es personal mantener en vida lo ficticio. Es personal mantener el alivio de la esperanza: esta vez presiento que me tocará la lotería, 2025 va a ser la hostia. (Más…)

enero 6, 2025

Mens Insana: Porque sí

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Después de cinco años hay una condena por el asesinato del menor Santi Coca. Sería de cierto alivio si no fuera porque es insultante e irrisoria: tres años y seis meses. Eso vale la vida de una persona. No importa que el interfecto agrediera a Iker, hermano de Santi. O que se haya dado a la fuga repetidas veces con el agravio y la vejación que eso le ha supuesto a la familia. Tampoco importa que la madre de Santi, Fátima, haya vivido amenazada por el asesino de su hijo hasta el punto de tener que abandonar la ciudad. (Más…)

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